25 de diciembre de 2023

El camino del misterio

 

Cuántas historias hay en el mundo. A veces, mientras viajo en un tren, me pongo a pensar…

Observo alrededor y veo tantas caras, miradas, ojos, pieles, vestimentas.  Gente que vuelve de algún lugar y va hacia otro.  Gente que es esperada por algún otro, y gente por la que nadie va a preguntar hoy.

Vidas, caminos, historias, decisiones. Alegrías, tristezas.

Confieso que siempre pensé que había una forma de vivir. Algo que los demás sabían y yo no.

¿Por qué vivir y encajar parecía tan fácil para todos?

¿Por qué todos daban los mismos pasos, más o menos en el mismo orden y tiempo?

¿Todos querían lo mismo?

Toda mi vida me la pasé pensado que yo era rara. Ante sueños o deseos, una voz tras de mí me preguntaba: ¿Qué haría una persona normal en este caso?

-Es que a veces los padres, o las personas queridas, se convierten en una voz que retumba, opinando aun en situaciones que nunca han vivido-

He estado mucho tiempo inmóvil, sin querer incomodar a nadie con mi presencia. Todavía me pasa, es cierto. Es que hace muy poco descubrí que ese es el nudo para destrabar la trama. Y tejer diseños nuevos.

Porque –y esta es la noticia del posteo-: no existe plan, técnica ni método para vivir. No hay decisiones correctas o incorrectas. Sólo hay decisiones. Porque no hay una meta donde llegar, un caminito claro y seguro –aunque muchos sigan el estándar, y crezcan impolutos y estandarizados-.

Lo único que nos va a llenar el alma es haber caminado por donde quisimos y pudimos, intentándolo, tratando de dejar lo mejor nuestro dentro de esta vida efímera. Un camino que si es auténtico se ilumina con cada paso, no antes, y por eso lo llamaré el camino del misterio.