19 de diciembre de 2010

Un Año

Bueno, hoy este post va dedicado para Federico.
Es curioso, pero estos días vino a mi mente esa canción que pusiste una vez, pero no recordaba el nombre. Entonces entré a tu blog para escucharla, y veo tu escrito sobre el año de comentarnos.

La verdad que no lo recordaba, pero merece una mención.
Me acuerdo que escribí algo sobre la esperanza, y ahí comentaste. Después entré a tu blog y empecé a leerte.
A veces siento que sos como mi lado oscuro, la melancolía que intento disimular en mí, hablando de otro tema, alentándome, soñando imposibles.
Al final nadie entiende la tristeza, el vacio, el añoro, la soledad. Al final nadie entiende, pero aconsejan. Pero no es fácil curar un alma solitaria. Es algo que sólo el que lo vive sabe. Pero el mundo va a su ritmo; todos viven, siguen, ríen. De repente uno quiere subirse a ese tren, simular estar bien, ser uno más entre la gente. Como un secreto que nadie sabe. Y de pronto me acuerdo de tu canción...la parte que dice "que extraño fue todo...para qué llorar, si hoy se que me amas"...
Hoy estoy triste. En realidad hace unos días... La gente dice que la vida se pasa. Escucho...mientras se deshace mi última esperanza. Trato de darme aliento, pensar en algo mejor...Si supiera que un abrazo me puede cambiar la vida. Es tan fácil decirlo. Cuántos habrá regalado, pienso a veces. Pero yo no quiero uno de esos cuantos. También pienso a veces que es una luz. Es como un rayito de Sol, tan lejano a toda mi vida. A veces también dudo poder con tanto color. Aunque quisiera. Y me lastima, estar trabada así, esperando. Igual no lo culpo, si no sabe este secreto. No va a entender, como todos los que lo lean.

Pero este post va dedicado para vos, Fede. Por estar siempre en los detalles. Por acordarte aunque me desaparezco. Por entender esto.